miércoles, 28 de abril de 2010

Lo simbólico, Lo real y lo imaginario


Los tres registros de la realidad humana formulados por Jacques Lacan a través de la cual se trata de explicar toda la experiencia individual. Los tres registros van juntos, son de aparición simultánea. Si bien el simbólico determina al real e imaginario, no hay uno que sea más importante que el otro.

El registro de lo imaginario es aquel ámbito del psiquismo en el que tienen lugar el mecanismo de identificación y subraya la importancia del campo visual y de la relación especular que subyace en el hecho de que el niño esté cautivado por la imagen . En particular, el estadio del espejo pertenece al orden de lo imaginario.

Lo imaginario se funda -tal cual su nombre lo indica- en el pensar con imágenes, en tal aspecto lo Imaginario es el reino de la identificación espacial que se inicia en el estadio del espejo. Es en este proceso que el sujeto puede identificar su imagen como un yo, diferenciado del otro. Sin embargo, este proceso requiere una cierta enajenación dado que lo designado como «yo» es formado a través de lo que es el otro —mediante la imagen que, como en el espejo, le da el otro.

Lo simbólico es aquella esfera de lo psíquico que está estructurada como un lenguaje y que conforma un orden de significantes y significados que están ordenados e interrelacionados entre sí. Lo simbólico es entendido como el conjunto de redes sociales, culturales y lingüísticas en las que nace un niño, Lacan destacó cada vez mas en sus obras lo simbólico como poder y principio organizador, afirma que el lenguaje está presente del momento mismo del nacimiento, en las estructuras sociales que operan en la familia, en la historia, ideales y objetivos de los padres. Aún antes de nacer sus padres ya han hablado sobre él o ella, le han elegido un nombre y le han trazado un futuro. Aunque el recién nacido apenas puede captar este mundo lingüístico, afectará toda su existencia.


Lo real es simplemente lo que no es simbolizado, aquello que no se puede expresar por el lenguaje, lo que no se puede decir, no se puede representar.

Lo que llamamos realidad debería definirse como una amalgama de lo simbólico y lo imaginario; imaginario en la medida en que estamos situado es en el registro especular y el yo nos brinda racionalizaciones de nuestros actos; y es simbólico en la medida en que la mayoría de las cosas
que nos rodean tienen un sentido para nosotros.

lo real representaría lo excluido de nuestra realidad, el margen de lo que carece sentido y no logramos situar o explorar.

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